Análisis

Pasando de un artículo a otro, lo más notable es la gran cantidad de información de todo tipo—y con tonos bastantes diferentes—que se encuentra en la misma sección sobre cualquier ciudad en particular. Por ejemplo, en la edición del 25 de febrero, 1784, en la sección de Puebla, encontramos este pasaje: “Se há observado en esta Ciudad y en una Hacienda no muy distante de ella, que mueren muchas Gallinas,” que resultó haber sido causado por un tipo de enfermedad, lo que provocó un aviso de tener cuidado antes de comer pollo. Menos de un año después, en la edición del 18 de enero, 1785, el primer artículo de Puebla se nos presenta sólo con una breve introducción, y después una lista de todos los que habían visitado el Hospital Real de San Pedro. En esta lista, se señala cuántos murieron, cuántos se curaron, y cuántos todavía estaban en el hospital. Estos dos ejemplos muestran información relevante sobre la salud de personas y la comunidad de Puebla, pero son fuentes de información bastante diferentes, presentadas de formas distintas. Por lo tanto, como indica Louisa Schell Hoberman en su revisión de La Gazeta, hay mucha información de forma utilitaria, de contenido tan diverso como el antemencionado número de pacientes del hospital y la plaga de gallinas, hasta reportajes de enfermedades en ciertas ciudades y las medidas que tomaron para tratar de sanarse. Estos ejemplos diversos indican algo interesante -aunque muchos de los datos que presenta La Gazeta son de contenido útil, el contenido es diverso y escrito para audiencias distintas- por ejemplo, a un enfermo le interesaría el artículo sobre el Hospital Real San Pedro, a un hacendado la plaga de gallinas y a un médico el artículo sobre las enfermedades en Puebla.

           Aunque mucha de la información “científica” que se publicaba se puede clasificar como utilitaria, también hay varios ejemplos que parecen publicarse más para entretenimiento. Una frecuente fuente de artículos científicos que a lo mejor no sirven mucho en temas de conocimiento útil son los que tratan de fenómenos naturales—como reportajes sobre gemelos, “monstruos” y ciudadanos más viejos. Los artículos de Virginia Guedea y de Nora E. Jaffary hablan de estas excepciones: por ejemplo, Guedea habla de los extensos archivos de La Gazeta sobre historias de ancianos, su estado de ser, salud, y hábitos diarios. Aunque puede servir como guía de cómo vivir más tiempo, todo esto representa una fuente científica de entretenimiento. Jaffary habla extensamente de otra entretención médica: los nacimientos “raros”. Esto incluye cuentos de gemelos, trillizos, bebés de cualquier clase de animal deformados (clasificados como “monstruos”), todo documentado con minucioso detalle. La argumentación de Jaffary es que La Gazeta habla de estos fenómenos naturales como algo de interés, que demuestra la riqueza de procesos naturales, en oposición al tono de Europa en esa época, que era que las deformidades eran un castigo de Dios.