Resúmenes

Señor Redactor, 17-03-1793.png

En su carta al redactor del 17 de Marzo de 1793, el escritor, que firmó su carta solo con “M. G. G.”, expresa su amor por la cultura escrita y destaca lo que él llama “La Filosofía Ilustrada,” o la “Filosofía Moral” (86,87).  La define como un punto de reunión entre “las cosas de Dios” y “la[s] de los hombres,” una estrategia del pensamiento que le permite a su empleador ser buen católico y pensador racional al mismo tiempo (86). De forma más elaborada, escribe que “la Filosofía Moral enseña a los hombres como rigiéndose en todos estados por razón, serán virtuosos, guardan las Leyes... y serán amigos de la Justicia” (87). Aunque la gramática de aquella frase es extrañísima, el mensaje es bastante claro, que la filosofía propuesta engendraría un mejoramiento del ciudadano multifacético.

 

Señor Redactor, 24-03-1793.png

En esta segunda carta, el escritor hace burla de las “sociedades” que dice que han ido multiplicándose en la Habana en aquel período. Argumenta que las “sociedades” dedicadas a “fomentar la Agricultura, dar extensión al Comercio, promover nuevos ramos, hacer hábiles Comerciantes, crear nuevas Escuelas de primeras letras, Aritmética, Geometría, Geografía, &c. para la instrucción de nuestra juventud” son “una[s] gran[des] patarata[s],” y que todas esas metas han ido cumpliéndose sin la ayuda de aquellas sociedades hasta ahora, y por lo tanto no son necesarias para el desarrollo de la isla (93, 94). También hace burla de algunas de aquellas metas, especialmente la geografía, sobre la cual él declara “los papeles garabateados que llaman mapas… me parece la tal Geografía una gran vagatéla” (94). Esta última palabra, “vagatéla,” no aparece en ningún diccionario, pero se puede inferir que es una forma antigua de ‘bagatela,’ que quiere decir algo de poca importancia.

Se puede interpretar al artículo de dos maneras. Es posible que fuera incluído irónicamente, y es el propósito de los redactores incluir opiniones en contra de la educación y el mejoramiento de la isla para burlarse de ellas con ironía. Alguna evidencia que apoya esta idea es el lenguaje empleado por el escritor: usa palabras subidas de tono, como “patarata” y “vagatéla,” las cuales no usaría un autor más serio. Si no tuvo una intención irónica, quizás los redactores del Papel verdaderamente querían ofrecer una discusión de la educación ilustrada inclusiva a todos perspectivos, aún los en contra de ella.

 

Señor Editor, 30-05-1793.png

En esta tercera carta, un escritor que se hace llamar “El Bribón” presenta una epístola escrita por su amigo de Lima, Pedro de Lojaisar. El Bribón expresa gratitud en nombre de Lojaisar y otros ciudadanos de Lima, algunos de los cuales habían participado en la producción de un Papel periódico de la Habana unas semanas previas. El poema, sin título más que “Epístola,” parece contar una historia en que Apolo declara la Habana meritoria de su cariño, el cual llega en la forma de “la Luz” y “sabias producciones” para el Papel periódico. Construye la visita anterior de los limeños como paralela a la visita de Apolo. También menciona a un hombre limeño, Baquijano, quien nombra en el poema, y quien, según una nota al pie de la página, había contribuido al Papel periódico. De tal método declara que Lima está ayudando a la Habana a mejorar su periódico, y como consecuencia mejorar su sociedad. La mezcla de ilusiones clásicas con las ideas de mejorar a la sociedad por la ayuda educativa de Lima, conjuntas con el uso de lenguaje como “la Luz” e “ilustra,” evidencia la presencia de la educación ilustrada.